1.- Conectarse a un wifi ajeno sin el permiso del titular de la red supone un delito de defraudación del fluido eléctrico y análogos (artículo 255 del Código Penal), pero «si la cuantía de lo defraudado no excede los 400 euros, la pena será de multa de uno a tres meses. Si los sobrepasa, la multa será de tres a 12 meses
2.- Dando al caso una vuelta de tuerca legal, tanto el individuo que disfruta de internet gratis como el técnico que lo propició podrían incurrir en un delito más grave: «El mero hecho de hackear una contraseña privada puede ser considerado en sí mismo como un delito de descubrimiento y revelación de secretos», Y si pudiese demostrarse que el infractor emplea la red no sólo para el uso de internet en su provecho, sino para acceder a datos o información del titular, la pena podría llegar a los 4 años de prisión y a 24 meses de multa en el caso más grave».